jueves, 21 de julio de 2011

Sal, elemento purificador

La Sal se considera un elemento imprescindible en nuestras vidas puesto que no solo sirve para sazonar y condimentar nuestros alimentos, también sus usos y propiedades han sido requeridos para nuestro bienestar a lo largo de los siglos.

Desde la antigüedad hasta prácticamente nuestro días ha sido un elemento imprescindible en el hogar para la conversación de los alimentos junto con el aceite, habiendo sido durante siglos uno de los grandes antecesores de nuestras actuales neveras.

La sal desde la antigüedad se ha asociado a ceremonias espirituales como un elemento de purificación de energía, puesto que el hecho de sumergirse en ella se ha asociado a la purificación no solo del cuerpo sino también de las energías negativas, el espíritu y el alma, devolviendo al cuerpo la pureza, la armonía y el equilibrio, considerándose un poderoso protector.

A lo largo de los siglos y distintas civilizaciones, la sal o las sales de baño han sido utilizadas por el ser humano, llegando esta costumbre hasta nuestros días y siendo cada vez usadas, un baño de sales no solamente estimulan nuestro sistema circulatorio, también proporcionan otros beneficios a nuestro organismo, sin descartar las sales perfumadas que nos otorgan una piel más suave, un baño de sales con lavanda proporcionan descanso, con magnolia ayuda a tranquilizar y a la meditación, de rosas suaviza la piel e incita a la sensualidad.

En ningún caso podemos olvidar que fue utilizado como desinfectante de las heridas junto con las hierbas, ya que muchas heridas eran sanadas con sal, algo que sigue en uso hoy en día, aunque podamos creer que no, sobre todo en pueblos, hubo una época que la sal era más valorada y cara incluso que el oro por su escasez, teniendo la creencia que si se derramaba traía mala suerte en el hogar por ese motivo se dice que derramarla trae pérdidas económicas, una de tantas supersticiones con explicaciones históricas.

jueves, 7 de julio de 2011

MES DE CÁNCER

Cáncer es el primer signo zodiacal de agua, su rasgo más característico son los sentimientos, necesitan que se les demuestre con frecuencia ya que a ellos no les duele prendas en expresarlo mil veces en un día si hace falta, si les dices “te quiero” un canceriano te preguntara ¿Cuánto?


Para ellos la casa es su refugio, es el equivalente del caparazón del cangrejo donde realmente se sienten cómodos y protegidos, son capaces de convertir cualquier espacio en un verdadero y cálido hogar, si un cáncer te invita a su casa debes sentirte “privilegiado”, ya puedes “olvidarte del reloj” pues sabes a qué hora entras pero…. consiguen que te sientas tan a gusto que no veras la hora de irte. Saben escuchar y compartir, sus conversaciones son divertidas e ingeniosas, con esa imaginación que tienen, “te absorben”.

Cáncer es tímido y tierno, ni se te ocurra ir con prisas con ellos, te los ganas poco a poco con paciencia, ternura y cariño, para un cáncer los detalles pequeños son importantes, les encantan las sorpresas (¿a quién no?) y sorprender. Por su timidez pueden parecer distantes, pero no te dejes engañar una vez consigues su amistad es incondicional. Seguramente años después serán capaces de acordarse de cualquier detalle de cuando os conocisteis (aunque tú ni te acuerdes) pues poseen una memoria de “elefante” ¿lo dudas?, haz la prueba.

Les apasiona viajar y hacer un viaje con un Cáncer es parecido a realizar una mudanza, pues no llevan una maleta (como la mayoría de la gente) ¡Para nada... ellos se van con media casa acuestas! ¿preparado para pagar el exceso de equipaje? Eso sí, cualquier “objeto” que puedas necesitar, ellos lo llevan, es lo que tiene ser “previsor”. Además son esplendidos y les encanta compartir todo lo que tienen y volver cargados de regalos, conclusión: ¡Más maletas para la vuelta!

Aunque no debemos olvidar que además cada persona es un mundo.