miércoles, 18 de marzo de 2009

El exterior de la rueda de la vida


Un monstruo horrendo sostiene la rueda con sus garras. Tiene tres ojos, largos colmillos y una corona de calaveras.
Más allá, en el espacio de la derecha hay una figura vestida con un hábito amarillo y señalando con el dedo hacia el extremo izquierdo, donde se percibe un sendero que serpentea a través de campos cultivados, densos bosques, pantanos, desiertos, ríos y barrancos, rodea las montañas y desaparece en el horizonte.

Entonces el sendero parece enderezarse y ascender, uniendo a la tierra con el cielo. Es una escalera de oro, plata y cristal, que se va haciendo más estrecha y se convierte en el tronco de un árbol gigantesco, cuyas flores en la parte más baja son relativamente pequeñas, pero las de arriba son mucho más grandes.

En la punta del árbol está la flor más grande de todas. En el cáliz de todas estas flores se ven sentados los budas, los bodhisatvas, los arahats, los dakas y las dakinis.