tarot, numerología, astrología, hidromancia, radiestesia, investigadora PSI-KAPPA, colaboradora TV
jueves, 7 de junio de 2007
La historia del budismo.
El budismo se desarrolló a partir de las enseñanzas difundidas por su fundador, Siddhartha Gautama, alrededor del siglo V a. C. en el noreste de la India. El budismo inició una rápida expansión hasta llegar a ser la religión predominante en India en el siglo III a. C. En este siglo, el emperador indio Asoka la hace religión oficial de su enorme imperio, mandando embajadas de monjes budistas a todo el mundo conocido entonces.
El budismo ha significado un motor principal en la difusión de la escritura, el lenguaje y la adopción de valores humanistas y universalistas. Es por tanto la gran filosofía de Asia porque su práctica ha logrado expandirse a la totalidad de sus países. Desde el siglo pasado se ha expandido también por el resto del mundo. Al carecer de una deidad suprema pero mostrar a la vez su carácter salvífico y universalista, ha sido descrita también como fenómeno transcultural, filosofía, o método de trasformación.
Hay certeza histórica y científica sobre la existencia del Buda Gautama, originalmente llamado Siddharta Gautama y conocido después también como Śākyamuni o Tathāgata. Se sabe que provenía de la segunda casta hindú, la kṣatriya, compuesta de guerreros y nobles. No obstante, algunos estudiosos como Andreu Bareau afirman que no es posible saber con exactitud si era un príncipe o un noble.
La vida y enseñanzas de Gautama se transmitieron de manera oral hasta la primera compilación escrita del budismo, llamada el Canon Pāḷi, donde los hechos de su vida aparecen de manera dispersa. Pero no existirá una compilación biográfica completa hasta bastantes siglos después, siendo la más reconocida la del maestro y erudito indio Aśvaghoṣa que vivió en del siglo I de Nuestra Era.
Los relatos sobre la vida de Siddhārtha están mezclados con mito, leyenda y simbolismo. Más allá de su simple interés biográfico, estas historias son vistas como una guía para la vida de sus seguidores, en la que los diferentes episodios clave constituyen metáforas de los procesos de crisis y búsqueda espiritual del ser humano. Además de la recopilación sobre su vida como Siddhārtha, existen también relatos sobre sus vidas previas llamadas jatakas.
Los Jatakas tienen una base folclórica y tradicional, y se suelen usar de manera complementaria para ejemplificar la atemporalidad de la búsqueda de la iluminación que protagonizan todos los seres. En estos relatos Buda aparece como un bodhisattva; alguien que atraviesa obstáculos a través de varias vidas en el camino hacia el Nirvāna.
Los Cuatro Encuentros fueron, según la tradición, una de las primeras contemplaciones de Siddhārtha. A pesar de las precauciones de su padre, alcanzó a salir del palacio en cuatro ocasiones en las que vio por primera vez en su vida a un anciano, a un enfermo, a un cadáver y por último a un asceta, realidades que desconocía personalmente.
A los 29 años, después de contemplar los cuatro encuentros, decidió iniciar una búsqueda personal para investigar el problema del sufrimiento. A esta decisión se le llama La Gran Renuncia. Se unió al entonces numeroso y heterogéneo movimiento hindú de los sramanas (‘vagabundos religiosos mendicantes’), renunciando a todos sus bienes, herencia y a su posición social, para seguir prácticas religiosas y ascéticas.
Siddharta se dio cuenta, después de casi matarse de hambre a causa de un estricto ascetismo, que la moderación entre los extremos de la mortificación y la indulgencia lograba incrementar sus energías, su lucidez, y su meditación. Con este hallazgo, que llamó Camino medio, comió algo y se sentó bajo una higuera Bodhi, una especie sagrada en la India, con la promesa de no levantarse hasta hallar la solución al sufrimiento y ser un Buda. Esto ocurrió en la localidad de Bodhgaya, cerca de Benarés, que actualmente es un sitio sagrado de peregrinación budista.
Siddharta atravesó distintas etapas de meditación. En la primera parte de la noche logró el conocimiento de sus existencias anteriores (pubbe nivasanussati ñana), durante la segunda parte de la noche alcanzó el conocimiento de ver seres morir y renacer de acuerdo con la naturaleza de sus acciones (cutupapata ñana) y durante la última parte de la noche purificó su mente (asavakkhaya ñana) y tuvo un entendimiento directo de las Cuatro Nobles Verdades (cattari ariya-saccani).
Como última prueba se presentó Mara (la tendencia a la maldad en seres samsáricos, a veces interpretado como demonio), quien hizo una serie de tentaciones. Sin embargo, Sidarta no cayó en estas tentaciones, con lo que logró ser libre del aferramiento a las pasiones pero sin represión de estas (destruyendo la cuarta y quinta cadena del samsara).
Al final, conoció que había logrado un estado definitivo de "no-retorno" al que se llama Nirvāņa, que significa ‘cese (del sufrimiento)’ pero que no es posible describir claramente con lenguaje. En ese momento dijo "hecho está lo que debía hacerse". Tras alcanzar la iluminación, dedicó su vida a propagar sus enseñanzas en el norte de la India.
La iluminación de Gautama es el punto de partida histórico del budismo, y parte de la enseñanza de que alcanzar el Nirvana es posible; todos los seres humanos tienen el potencial de lograr un cese del sufrimiento y comprender la naturaleza bodhi.
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