miércoles, 21 de noviembre de 2007

El Karma según el budismo

Karma: Causa y Efecto (en sánscrito) Causalidad, Ley de causa y efecto. Acción intencional o volición. Semilla. Condicionamiento.


Según el budismo, toda acción intencionada (karma) crea uno o varios efectos que aparecen cuando las circunstancias son proclives, a lo que se llama maduración (vipaka) o fruto (phala). El karma en aplicación a la doctrina budista se refiere a cualquier acción de habla, cuerpo o pensamiento. Por tanto los movimientos ajenos a la volición o la intencionalidad - como ocurre en el caso de actos reflejos - son neutrales kármicamente. Sin embargo, cualquier movimiento de la voluntad es karma aunque no sea consciente.


El "buen" y "mal" karma se distingue de acuerdo a la raíz de las acciones. En el Kukkuravatika Sutta Buda clasifica el karma en 4 grupos:

1 - oscuro con resultado oscuro.

2 - brillante con resultado brillante.

3 - oscuro y brillante con un resultado oscuro y brillante.

4 - ni oscuro ni brillante con un resultado ni oscuro ni brillante.

La oscuridad (el mal) no puede dar lugar a un brillante (feliz) resultado, pero aun así el karma puede estar mezclado debido a una variedad de motivos buenos y malos.

El karma en el budismo explica también las diferencias por las que los seres tienen una vida más o menos larga, riqueza, belleza, salud o sabiduría. En el Cula-kammavibhanga Sutta Buda explica que estas cosas no existen por casualidad sino por el karma. El karma es una ley para explicar un mecanismo en el que está ausente un ser consciente que juzgue. Así, en el Mahakammavibhanga Sutta Buda explica los 4 tipos de personas que deben distinguirse respecto al karma y su destino previsible:

1 - quien hace el mal y va a un infierno, estado de de privación o un renacimiento inferior.

2 - quien hace el mal y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.

3 - quien hace el bien y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.

4 - quien hace el bien y va a un infierno, estado de de privación o un renacimiento inferior.

Nótese que cielo e infierno no están expresando exclusivamente el destino tras la muerte, sino estados luminosos y felicidad o bien de oscuridad e infelicidad, que existen también en vida como efectos de acciones previas. El mecanismo del karma supone por tanto un reflejo bastante fiel de la realidad, no siempre considerado justa y en donde a las acciones buenas o malas no les sucede siempre el efecto deseado.

La doctrina de karma budista no es totalmente determinista ni fatalista. Karma no significa destino ni predeterminación, ya que no existe un automatismo ciego en la voluntad respecto a las tendencias mantenidas y no es posible anticipar que ocurrirá. La práctica budista además permite tomar observación y consciencia de este funcionamiento para ocasionar un distanciamiento respecto a esas tendencias. El karma no se debe entender como castigo al igual que tampoco lo hacemos, por ejemplo, con el ADN. Karma es una más de las cinco tipos de condicionalidad o procesos lógicos del Universo (niyamas). Condicionalidad

1. inorgánica

2. orgánica

3. psicológica

4. moral

5. trascendental

Estos tipos de condicionalidad son impersonales y no hay intervención divina en ellos. Del mismo modo que la ley de la gravedad no requiere intervención divina. Algunos tipos de condicionalidad son inmutables: ni siquiera un Buda puede escapar de ser afectado una vez que ya nació y tiene un cuerpo.